El origen de la ciudad de la ciudad de Orense se remonta a la época romana, aunque existen dudas sobre la etimología del topónimo Orense. La primera teoría señala que fue bautizada por los romanos posiblemente como «La ciudad del oro» (Auriense) por su enorme abundancia de este metal, lo que la convirtió en una importante ciudad de la provincia romana de Hispania hasta que se agotaron sus reservas del apreciado metal dorado, que se podría encontrar en el curso del propio río Miño. Otra teoría, postula que el nombre de la ciudad proviniera del latín "aquae urente" («aguas abrasadoras»), o del germánico "warmse" («lago caliente»), por sus conocidas fuentes de aguas termales, conocidas como Burgas (nombre derivado del bajo latín burca, que significa pila).
Después de la dominación romana, Orense siguió siendo una ciudad importante debido al puente sobre el río Miño, cuyos pilares todavía son omanos pero que ha sido reconstruido múltiples veces. Esta situación estratégica hicieron de la ciudad un importante núcleo comercial desde la Edad Media.
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Plano histórico de Orense. Principios del siglo XX |
Durante los siglos XVII y XVIII la ciudad vive un leve letargo solo roto por la Iglesia que realiza diversas obras a instancias de los obispos y órdenes religiosas.
A principios del siglo XIX, Orense es una pequeña ciudad poblada por hidalgos, artesanos y religiosos destacando el Cardenal Quevedo. La designación como capital provincial impulsa la aparición de una nueva clase funcionarial hasta que la llegada del ferrocarril desde Vigo de un definitivo empujón a la ciudad que verá la consolidación de una nueva clase burguesa.
Orense en la Historia. Desarrollo y crecimiento urbanístico.